viernes, 16 de marzo de 2012

helado y gomitas

¿Cuánto tiempo llevaba deseándole?

Quién sabe.

kaoru se pasó las manos por la cara, como intentando aclararse. Se había obligado a sí mismo a someterse a un socrático proceso de deducción en vano. Dos horas, decía el reloj, que, a su parecer, pesaban como seis o siete, indagando en lo más hondo de su mente, buscando una salida a aquella situación, una opción, o aunque fuese sólo una explicación. Porque si tenía algo claro, era que no lo entendía.

Un perezoso suspiro se escapó de sus labios entreabiertos.

Intentar atribuirlo a su monotemática mente de adolescente no había resultado una buena idea.

kaoru dirigió su mirada al reloj del salón. aoi se retrasaba, para variar. Bueno, por lo menos había tenido tiempo para mentalizarse y adiestrar su mente para controlar posibles reacciones sorpresa provocadas por su amigo.



***

-¿En serio vas a comerte todo eso?- kaoru miraba a aoi con una ceja levantada.

-…Y reza para que no baje por más… - respondió el ojiazul ,muy contento

kaoru resopló cómicamente, mirando a su alrededor. Incluso las personas que les rodeaban en la cola del supermercado se reían por lo bajo, observando a aquel extraño chico del pelo alborotado que acarreaba con un montón de botes de helado de chocolate, esperando pacientemente su turno con una sonrisa en la cara.

-No te dejaré bajar, olvídalo. No pienso parar la película por ti. – advirtió kaoru, divertido.

aoi saco una sonrisa, mirando de reojo a su amigo.

-Si no me dejas bajar, tendré que comerte a ti.

Y kaoru dio gracias al cielo de que aoi estuviese colocando los botes de helado en el mostrador, porque si no lo hubiera estado, hubiera visto en primer plano el violento sonrojo de su cara.


Hogar, dulce hogar. Al entrar en casa, sintió el violento cambio de temperatura que producía la calefacción del apartamento , contrastando con el gélido frío de afuera. kaoru se retiró la bufanda del cuello al tiempo que lanzaba las llaves al mueble.

-Mete los helados en el congelador antes de que se derritan…- le indicó el rubio a su amigo

-¿Me prestas algo de ropa para estar más cómodo?- pidió aoi , haciendo un pucherito.

-Claro…ve arriba, a mi cuarto, encontrarás algo… Mientras te cambias yo voy al baño. Te espero en el playroom … ¡no tardes!

Antes de ni siquiera terminar de hablar elojiazul ya se había esfumado escaleras arriba, haciendo un gran estruendo.

Una vez en el baño, kaoru miró fijamente a los ojos de su propio reflejo, como intentando sonsacar a ésa parte desconocida de sí mismo una verdad que le ayudara, sin éxito. Mojó sus manos en el agua tibia y se las llevó a la cara, aclarándose las ideas, tranquilizándose, preparándose mentalmente.

Unos rítmicos golpes en la puerta lo sobresaltaron.

-Como, sal estas tardando mucho - dijo la voz risueña de aoi al otro lado de la puerta.

-Ya voy, idiota- contestó kaoru , mientras cogía la toalla y se secaba lentamente la cara, suspirando.

Segundos después abrió la puerta, dispuesto a salir, pero una imagen no muy sana se apoderó de sus ojos y le impidió continuar. Delante suyo , corriendo un grave peligro de violación inminente, estaba aoi , con aspecto inocente, vestido tan sólo con unos bóxers de color negro.

Antes de que aoi pudiera ver algo de la mucha y muy evidente lujuria que se estaba instaurando en el cuerpo de kaoru , el rubio se obligó a reaccionar.

-¿Qué…qué haces así, aoi ?- preguntó, con la voz más tranquila que pudo forzar en ese momento.

-Es que… ¡Jo, tu ropa me queda pequeña, kaoru !- aoi se cruzó de brazos, y puso expresión de burla- Así estoy cómodo. ¿No puedo quedarme así?

El rubio levantó una ceja por quinta vez en el día.

-No, aoi.- contestó rotundamente.

-¿Pero por qué?- protestó el chico de ojos azules , haciendo un infantil berrinche.

-Porque…porque…porque me da frío verte así.- dijo kaoru-

Toma ya. Excusa estúpida. Por un momento kaoru estuvo seguro de que aoi no se tragaría semejante idiotez espontánea, pero por el contrario aoi pareció convencido y se encaminó de nuevo escaleras arriba, refunfuñando.

Todavía sin recuperarse del todo por lo reciente, kaoru llevó la comida, las bebidas y las películas al playroom, esperando a que aoi bajase de nuevo.

Éste no se hizo esperar mucho, y pronto ambos estaban sentados en el sofá de kaoru, aoi con sus interminables botes de helado de chocolate, y el otro con una enorme bolsa de gomitas, Desde su asiento, kaoru apretó el botón de “play” en elcontrol remoto , dando inicio a la película.

Si alguien le preguntase a kaoru en qué iba la película, el rubio no habría sabido responder. Y es que su cabeza en ese momento sólo tenía la capacidad e pensar en esa persona que estaba comiendo helado a su derecha…


-Hey…

La voz de aoi sacó de sus pensamientos al rubio .

-¿Hmm?- respondió kaoru , disimulando.

-¿Me…me das una de tus gomitas ?- aoi lo miraba con una sonrisa, con las manos entrelazadas en un gesto de juguetona súplica.

-¿Qué? Oh, no, . Tienes todo ese helado para ti sólo. las gomitas son mías.

-Oooh, vamos, una sola…

-Que no. Y déjame ver la película.

aoigruñó ante la negativa de kaoru y se llevó su cuchara de helado a la boca, enfadado.

Esto hizo reír a kaoru , que lo miró con la intención de sonreírle y darle una gomita, gesto que nunca llegó. Y sólo porque la cara de aoi le robó toda cordura. Por unos largos instantes, el rubio fue preso de aquella provocadora mancha de chocolate que se derretía en la boca de su amigo.

kaoru se deslizó en el sofá hasta colocarse al lado de aoi, rozándole, y, antes de que éste pudiera siquiera reaccionar, le acercó a sí con una mano, y con la punta de la lengua lamió el dulce chocolate de la cara del chico de ojos azules . Se separó de aoi y se relamió, clavando sus ojos en los de su boquiabierto amigo.

aoi estaba algo shockeado, y sólo atinó a mirar a kaoru con gesto de incomprensión. Éste sólo sonrió de medio lado y dirigió de nuevo su vista al televisor, poniendose una gomita a la boca.

-Espera un momento…- aoi había entrecerrado los ojos y le miraba como con reproche- …has… ¡has comido de mi chocolate!

Eso sí que kaoru no se lo esperaba.

Sonrió, aún con la gomita a medio morder.

Pero lo que sí que no se esperaba era lo que pasó a continuación.

aoi se puso serio de repente, llevó una mano a la cuello de kaoru y lo atrajo hacia el , hasta que ambos quedaron a apenas unos centímetros de distancia. El rubio lo miraba con curiosidad.

-Pues yo sigo queriendo gomitas…- susurró el aoi , que mantenía su mirada desafiante contra la de kaoru.

Sin más,aoi acortó la distancia que los separaba y rozó los labios de kaoru con los suyos, mordiendo ése pedazo de gomita que se escapaba todavía entre sus labios

Ese roce volvió loco a kaoru , que se sonrojó y se atacó de los nervios por completo. Le estaba encantando ese juego de aoi…

El ojiazul se relamió y sonrió, pícaramente.

-Delicioso.- Clavó sus ojos en los de kaoru , al tiempo que se acercaba poco a poco- pero..¿sabes qué? Me he quedado con ganas de más.

Y lenta, pero pasionalmente, unió sus labios a los de kaoru , sin juegos esta vez en un beso de verdad.

kaoru se sentía en la gloria…siendo besado por su mejor amigo, en el sofá de su casa, mientras la película seguía corriendo, ``ignorada por completo`` Llevó sus brazos a los hombros de aoi , acercándolo más, incitándolo, invitándolo a saborear aquel dulce beso que los volvía locos a ambos.

aoi se separó, rompió el beso, por la necesidad de aire. Los dos tenían las respiraciones aceleradas, su aliento de entremezclaba, el deseo empezaba a ser tangible…

aoi fue contra el cuello de kaoru , empezando a lamer y succionar sensualmente, respirando su aroma, saboreando su piel…

-Voy a comerte, rubio…

A kaoru le brillaron los ojos. Deslizó sus manos por la espalda de aoi , acariciándola por encima de la tela.

-Todavía…queda…helado…

aoi sonrió.

-Tú sabes mejor.- contestó, victorioso, relamiéndose de nuevo.

Las manos de aoi se colaron bajo la camiseta de su amigo, acariciando suave y firmemente su piel con sus dedos. aoi la lanzó lejos, entretenido besando el pecho de kaoru , que empezaba a retorcerse debajo de él,

kaoru dejaba volar su mente…demasiado exitado como para volver almundo real, sólo podía sentir las manos de aoi recorrer su cuerpo, su suave y golosa lengua acariciando sus pezones, su abdomen, su ombligo.su..p...

-¡Eh!- el grito sobresaltó a aoi , que levantó la mirada.- No…no… ¡no hagas eso! -dijo kaoru-

aoi parecía divertido con el violento sonrojo de kaoru

-Oh, vamos… ¿no me vas a dejar?

kaoru vio la sonrisa del rostro de aoi y dejó volar sus dudas… al fin y al cabo, ¿cuántas veces había soñado con aquello? Volvió a recostarse en el sofá, a merced del ojiazul , entregándose por completo, tapando su cara por la vergüenza.

Sintió cómo aoi terminaba de desabrochar su cinturón, y deslizaba sus pantalones, hasta quitárselos del todo. Estaba completamente desnudo en manos de aoi , quien marcba caminos de besos por su cuerpo.

kaoru notó como aoi le apartaba las manos de la cara. Le lanzó una mirada de reproche mezclada con absoluta vergüenza.

-Quiero verte. No me negarás el gusto de ver tu cara llena por el placer…

kaoru Sentía que moriría del gusto en ese instante.

Y sucedió. Sólo con un leve movimiento de la lengua de aoi , le recorrió una oleada de indescriptible placer, que lo hizo arquearse. Se mordió el labio, ahogando un gemido, y se agarró a la funda del sofá…

aoi lo hacia de nuevo, y otra vez, y otra… arrancando gemidos ahogados, escalofríos, cambiando de sentido, de intensidad, más lento, más rápido… Consiguiendo que a kaoru sólo se le hiciese cada vez más difícil no gritar de puro placer.

-Vamos, kaoru, deja de silenciarte…

Cada palabra, cada gesto, cada movimiento de aoi lo volvía loco, lo perturbaba, hacía que las ideas volaran de su mente y se limitara a sentir… a sentir esa torturante lengua que lo estaba llevando al éxtasis…

aoi paró su incesante tortura, obteniendo un gemido de protesta por parte de rubio. Deslizándose, rozando cada centímetro de piel de su amigo, aoi subió hasta sus labios, besándolos con placer, recorriéndolos con su lengua, mientras iniciaba un movimiento de va y viene con sus caderas, haciendo que él y kaoru se rozaran por completo, el uno contra el otro.

Esta vez kaoru no pudo evitar gemir sonoramente… el placer le cegaba, lo abrumaba, bloqueaba su percepción de la realidad… Clavó sus dedos en la espalda de aoi, mordió suavemente su oreja, consiguiendo con esto que el ojiazul aumentara el ritmo d su cuerpo

La piel de kaoru se erizaba… Sus gemidos subían de volumen, su ritmo cardíaco estaba al borde del colapso, y cada vez el movimiento era más rápido y frenético… no aguantaría mucho más…

besandole en el hombro de aoi , kaoru explotó, rozando el cielo con las manos, soltando un largo gemido. aoi llegó al límite justo después, desplomándose sobre kaoru, abrazándole.

Poco a poco las respiraciones de ambos volvieron a la normalidad, pero no se separaron.

-Estaba deseando hacerte esto,uffa…- dijo aoi de repente, con un suspiro.

kaoru lo miró con los ojos abiertos de par en par.

-¡¿Qué?! ¿Y por qué no lo dijiste?

aoi le devolvió una mirada sarcástica.



Ambos rieron, sin poder evitarlo.

-Tu helado se ha derretido.- comentó kaoru con una sonrisa.

aoi se incorporó.

-Tengo cosas mejores que comer.


kaoru sonrió, sonrojado. y asi Las puertas del cielo habían sido abiertas para ambos .

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